Cuidados Esenciales en el Gato: Pelo y Piel

Además de otorgar gran parte de su belleza, el pelaje de los felinos tiene funciones muy importantes como protegerlo de las agresiones externas, defensa contra la deshidratación, aislante térmico e incluso funciones de comunicación.

Es bien sabido que los gatos se acicalan a sí mismos, y esto, sumado a que no es frecuente sacarlos a la calle a pasear, el cuidado de su pelo suele ser más sencillo que en el caso de los perros, pero si nuestro minino tiene la suerte de vivir en casa con jardín, o sale a dar garbeos por los tejados, hay que tener mucho cuidado con los insectos y parásitos que existen en el exterior.

Si tu gato de pronto hace extraños gestos y acaba vomitando una bola de pelo, no te asustes, esto es totalmente normal, ya que al lamerse para lavarse se le quedan pegados los pelitos a la lengua y al final se los acaba tragando. Pero para evitar complicaciones, es importante que tenga una dieta equilibrada y rica en fibra. También existen sustancias que facilitan su expulsión, pero mejor consulta al veterinario antes de darle nada por tu cuenta.

En caso de alteraciones en su piel, como puede ser la dermatitis atópica provocada por reacciones alérgicas (al polen o a los ácaros, por ejemplo), deberemos ayudar a nuestro compañero con baños y champús especiales que el veterinario te recomendará.

El pelo es un indicador de salud. Presta atención al pelo de tu gato, si ves que pierde suavidad y brillo es posible que algo no ande bien con tu mascota. Consulta con tu veterinario si notas alguna alteración en la higiene del animal.

 

El tipo de pelaje de los gatos y sus cuidados

El pelaje del gato está compuesto por dos tipos distintos de pelo:

    • Pelaje primario: Es la capa principal del animal, es un poco áspero y le sirve de protección
    • Pelaje Secundario: Un pelo mucho más fino, de puntas gruesas y más largo.

Y sabiendo esto, debemos distinguir cinco tipos de pelo en los gatos para su cuidado: corto, largo, semilargo, rizado o sin pelo

  • Pelo corto: De unos 2cm, no precisan de cuidados específicos, con cepillarlo una vez a la semana es suficiente. Utiliza una manopla o carda. En época de muda, aumenta la frecuencia del cepillado a dos o tres veces por semana. Algunas razas que tienen este tipo de pelo es el Ruso Azul, el Bengalí, Siamés, Europeo…
  • Pelo largo: En razas como los Maine Coon, Persas, Bosque de Noruega… el pelaje largo es sedoso y brillante que puede llegar a medir hasta 15cm. Es muy importante cepillarlos a diario y con mucho cuidado para evitar la formación de nudos.

 

  • Pelo Semilargo: La longitud de este tipo de pelaje varía en función de la estación del año en la que nos encontremos, pero suele medir unos 5 cm. Su pelo primario es relativamente largo y fino y el secundario bastante corto, y el cepillado debe ser habitual. Un ejemplo de estos gatos son el Balinés o de Angora.
  • Pelo rizado: No es muy habitual, pero ciertas razas como LaPern o CornishRex poseen un pelaje ondulado que les da un aspecto muy característico. Es suave y sedoso y no suele afectarle mucho la muda de pelo. Podemos cepillarlo una vez en semana y humedecerle con cuidado los rizos para marcárselos aún más.
  • Sin Pelo: Aquí nos paramos un poco más, ya que los cuidados de estos animales debe ser más concienzudos. En realidad, sí que poseen pelo, pero es una fina capa imperceptible a la vista, pero no al tacto. Recomendamos bañar a este tipo de gato una vez al mes, desde bien pequeños, con agua tibia y utilizando un champú con pH neutro (especial para gatos de pieles sensibles). Nunca le daremos con el secador, mejor usar toallas suaves y también puedes finalizar con un acondicionador hidratante para dar un plus de protección a su piel. Los Sphynx, Levkoy y Bambino son unos ejemplos de razas sin pelo.

 

Y sabiendo esto, debemos distinguir cinco tipos de pelo en los gatos para su cuidado: corto, largo, semilargo, rizado o sin pelo

  • Pelo corto: De unos 2cm, no precisan de cuidados específicos, con cepillarlo una vez a la semana es suficiente. Utiliza una manopla o carda. En época de muda, aumenta la frecuencia del cepillado a dos o tres veces por semana. Algunas razas que tienen este tipo de pelo es el Ruso Azul, el Bengalí, Siamés, Europeo…

 

  • Pelo largo: En razas como los Maine Coon, Persas, Bosque de Noruega… el pelaje largo es sedoso y brillante que puede llegar a medir hasta 15cm. Es muy importante cepillarlos a diario y con mucho cuidado para evitar la formación de nudos.

 

  • Pelo Semilargo: La longitud de este tipo de pelaje varía en función de la estación del año en la que nos encontremos, pero suele medir unos 5 cm. Su pelo primario es relativamente largo y fino y el secundario bastante corto, y el cepillado debe ser habitual. Un ejemplo de estos gatos son el Balinés o de Angora.
  • Pelo rizado: No es muy habitual, pero ciertas razas como LaPern o CornishRex poseen un pelaje ondulado que les da un aspecto muy característico. Es suave y sedoso y no suele afectarle mucho la muda de pelo. Podemos cepillarlo una vez en semana y humedecerle con cuidado los rizos para marcárselos aún más.

  • Sin Pelo: Aquí nos paramos un poco más, ya que los cuidados de estos animales debe ser más concienzudos. En realidad, sí que poseen pelo, pero es una fina capa imperceptible a la vista, pero no al tacto. Recomendamos bañar a este tipo de gato una vez al mes, desde bien pequeños, con agua tibia y utilizando un champú con pH neutro (especial para gatos de pieles sensibles). Nunca le daremos con el secador, mejor usar toallas suaves y también puedes finalizar con un acondicionador hidratante para dar un plus de protección a su piel. Los Sphynx, Levkoy y Bambino son unos ejemplos de razas sin pelo.

 

El baño en gatos

Ya sabemos que los felinos disfrutan autolavándose, por ello es normal que pasen su vida sin la necesidad de darles un baño. Pero si lo acostumbramos desde pequeños, es posible que acaben disfrutando de esta experiencia si lo hacemos de forma correcta, con cuidado y mucho cariño.

Si es necesario darle un baño y vemos que es imposible porque no deja de arañar e intentar escapar, puede hacerse en centros veterinarios bajo sedación.

Hay  situaciones en las que podría ser necesario un baño rápido:

  • Si se ha manchado de alguna sustancia que pudiera ser tóxica, como pintura, pegamento, gasolina…
  • Si tiene tiña (hongos)
  • Si ha sufrido golpe de calor y necesitas refrescarlo
  • Si tiene alergias o infecciones en su piel
  • Si el gato ha dejado de acicalarse por sí mismo (vigila esto porque probablemente su estado de salud esté decayendo)

 

¿Y cómo podremos bañar a nuestro gato sin que se altere? Siguiendo estos sencillos consejos:

  • La temperatura del agua es muy importante, debe estar templada.
  • Estate calmado y transmítele esta tranquilidad a través de caricias y mimos.
  • No vayas con prisas, es posible que el baño llegue a durar hasta una hora
  • Seca al animal con una toalla y si usas el secador, hazlo a baja temperatura y alejado de su cuerpo. Dale un snack para que asocie esta acción a algo positivo.
  • NO le mojes nunca los ojos, las orejas, la nariz o la cabeza. El baño mejor de cuello para abajo
  • Si se altera sé paciente con él, y opta por un baño rápido
  • Intenta no usar el chorro directo del grifo, la presión y el impacto pueden asustarle.

 

Si tienes pensado adoptar a un gatito cachorro, debes saber que el baño no está recomendado hasta pasado los 2-3 meses, si puedes esperar hasta los 6 mejor que esté totalmente desparasitado y con todas las vacunas puestas. Si tienes que asearlo tú, utiliza toallitas húmedas especiales para gatos.

 

 

¿Tienes más dudas? ¡Pues ven a vernos al Hospital Veterinario Mijas Pueblo y estaremos encantados de ayudarte!

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