La digestión es un proceso común en todos los mamíferos. Pero a diferencia de los humanos, que somos omnívoros, el gato es fundamentalmente carnívoro. Debemos darles comida específica para gatos, ya que si no es así, puede sufrir deficiencias de algunos oligoelementos necesarios para su vida y evitar algunos de los problemas digestivos que te contamos hoy.
¿Cómo saber si mi gato está teniendo problemas digestivos?
Antes de empezar a contaros cuáles son las patologías más frecuentes, os diremos cuáles son los principales síntomas que nos dan pistas de que nuestro felino tiene algún problemas:
- Heces blandas una o dos veces al día. Pueden tener sangre o mucosidad
- Diarrea: heces líquidas y varias al día
- Vómitos recurrentes de comida sin digerir, bilis, espuma…
- Borborigmos, es decir, ruido de tripas, sobre todo si son fuertes y constantes
- Manto deteriorado, porque el pelaje se resiente perdiendo brillo, espesor
- Bajada o aumento de apetito repentino. Puede haber cambios en el peso.
- Estreñimiento
En cualquier caso, debes consultar a tu veterinario si observas alguno de estos síntomas.
Principales enfermedades intestinales o digestivas
Gastroenteritis aguda (puede afectarse estómago y/o intestino delgado. A veces también en grueso)
Es la inflamación del tracto digestivo causado por comer algún alimento en mal estado, tragar objetos extraños, comer plantas que no deben (en este post de Instagram os decimos algunas de estas plantas, por parásitos internos, infecciones bacterianas o víricas, estrés, alergias alimentarias y como efecto secundario de otras patologías.
Las deposiciones son muy líquidas, cantidades grandes y normalmente pueden estás decaídos y sin apetito. Por la cantidad de líquido que pierden, hay que actuar rápidamente para evitar la deshidratación y empeoramiento del cuadro.
Colitis (inflamación de intestino grueso)
Las deposiciones son en poca cantidad, pastosas, y frecuentes. Puede deberse a parásitos, sensibilidad a la comida, algunas infecciones…
Constipación (o estreñimiento)
Si es puntual puede ser porque el alimento que toma no tenga suficiente fibra. En animales muy mayores, al tener una hidratación más pobre, puede ser recurrente y hay que darles alimentos senior específicos que favorezcan el tránsito intestinal.
Si es crónico, puede deberse a problemas de columna (que influye en los nervios relacionados con la defecación), problemas endocrinos o metabólicos…
Pancreatitis
Nos referimos a la inflamación del páncreas. Es complicado saber la causa concreta de cada episodio de pancreatitis (infección, problema autoinmune…) pero en los gatos a veces los síntomas son muy inespecíficos. Incluso hay casos en que lo único que muestran que es que comen menos y están decaídos (incluso sin vómito asociado). Es importante poner tratamiento específico porque el páncreas es un órgano muy delicado.
Intoxicación o ingesta de cuerpos extraños.
Si come plantas con herbicidas, medicinas, juguetes, hilos (a los gatos les gusta mucho jugar con ovillos y pueden acabar tragando parte), comida en mal estado, etc pueden dar signos diferentes dependiendo del origen del problema, siendo en algunas ocasiones muy grave. Acude inmediatamente a tu veterinario.
IBD (Enfermedad inflamatoria intestinal)
La inflamación del intestino delgado por enfermedad inmunomediada, lo que provoca mala absorción de nutrientes, que da lugar a diarrea persistente, pérdida de peso y malnutrición.
También hay procesos tumorales como el linfoma intestinal felino que se debe diagnosticar mediante biopsia.
En cualquier caso, si detectas cualquier comportamiento anómalo en tu mascota, acude a tu veterinario. Si vives cerca de Mijas, no dudes en acudir al nuestro Hospital Veterinario abierto 365 días al año.
