TIPOS DE DIABETES Y SUS SÍNTOMAS
La diabetes es una subida de los valores normales de azúcares en sangre debido a una alteración de la producción de insulina o su absorción. Existen dos tipos claros de diabetes mellitus y un tercer tipo (no oficial) que suele ser circunstancial
Diabetes Tipo 1
El Perro o gato no fabrica ninguna insulina, y por lo tanto es insulinodependiente. Es decir, necesita inyecciones de insulina diarias. Suele ser la más frecuente en perros.
Diabetes Tipo 2
El páncreas produce insulina pero debido a un alto contacto con la sustancia, las células se hacen resistentes a ella. Las causas más frecuentes a esta poca efectividad de la insulina producida por el páncreas son la obesidad, el poco ejercicio, algunas infecciones, etc. Este tipo de diabetes es más común en gatos. El tratamiento principal es eliminar la causa que produce la falta de sensibilidad a la insulina (adelgazamiento, ejercicio, terapia de las enfermedades infecciosas) y a veces es necesario aportar insulina hasta que no se controla el origen. Afortunadamente, existe un porcentaje de casos en la que se ha conseguido revertir, pero si la causa principal no desaparece, puede evolucionar a diabetes tipo 1 y ser necesario la insulina de por vida.
Diabetes tipo 3 y otras
Puede suceder que la diabetes en perros y gatos venga ocasionada por otros factores circunstanciales como el periodo de gestación, alguna enfermedad o porque el animal esté tomando algún tratamiento que disminuya la fabricación de insulina, como es el caso de los tratamientos con corticoides.
Síntomas de la diabetes en perros y gatos
En ambas especies la sintomatología suele ser la misma. Si te percatas de que algo no va bien, acude a tu veterinario lo antes posible:
- Si ves que orina muchas veces y mucha cantidad
- Si observas que bebe mucha agua, tanta que te parezca exagerada
- Si pierde peso con rapidez y sin embargo tiene un apetito voraz.
- Si lo notas cansado o desganado
- Si le salen cataratas. Puede haber cataratas sin diabetes, pero es un factor de riesgo y hay que valorarlo
COMPLICACIONES DE LA DIABETES
Cetoacidosis
Esta complicación se da cuando se descompensan preocupantemente los niveles de azúcar en la sangre, ya sea por un descontrol de su diabetes o por efecto secundario de otras complicaciones como la pancreatitis, piómetras, sépsis por infecciones previas, etc…). Este descontrol hace que el cuerpo no pueda absorber los azucares correctmente, por lo que tiene que romper las grasas del cuerpo, generando los cuerpos cetónicos en la sangre y acidosis metabólica.
Los síntomas son debilidad, vómitos, aumento de la frecuencia respiratoria y un olor en el aliento poco común ya que huele a acetona.
Este estado metabólico pone en riesgo la vida de tu mascota y la actuación veterinaria debe ser urgente.
Hipoglucemia
La hipoglucemia es una bajada de los niveles de azúcares en sangre y ocurre cuando el animal ya está recibiendo tratamiento para la diabetes. El exceso de insulina administrado puede producir un estado que puede darse en tres grados.
Estos son los tipos y sus síntomas:
- Hipoglucemia Leve: Hambre excesiva, escalofríos, debilidad y fatiga.
- Hipoglucemia moderada: Desorientación, trastornos de la visión, falta de coordinación en el movimiento, extraños movimientos de cabeza – cuello, inquietud y ladridos inusuales.
- Hipoglucemia grave: Convulsiones, pérdida de la consciencia y caídas.
Es fundamental detectar la hipoglucemia en su estado más leve para evitar las siguientes fases, ya que en un estado muy grave el animal podría caer en coma. Si notas los síntomas de la hipoglucemia leve, dale un alimento con azúcar y llama al veterinario.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Tras confirmar el diagnóstico a través de una analítica de orina y sangre, el tratamiento se dividirá en tres partes:
- Insulina
- Actividad física: Quemando así el exceso de glucosa y provocando un efecto similar a la insulina. No obstante, este debería ser una práctica tenga o no diabetes, ya que ayudará a prevenir esta patología, además de reforzar su musculatura y la salud en general.
- Nutrición adecuada: Un control de la dieta es fundamental, aportando esta la fibra necesaria y siendo baja en calorías y grasas. Es importante mantener una rutina de alimentación, evitando los cambios bruscos.
La conclusión es que, siendo un trastorno crónico, con las revisiones periódicas, un estilo de vida saludable y el tratamiento bien suministrado, la diabetes no debe impedir que tu mascota realice una vida totalmente normal.