Por más corran los años, nuestro/a gato/a sigue teniendo ese porte regio y distinguido, aunque lo cierto es que el tiempo también deja huella en ellos/as.
Los felinos entran en su edad madura entre los 8 y los 10 años, pero no se le considera ancianos hasta cumplir los 12 o 14 años. Gracias a los avances de la medicina veterinaria y a los cuidados y mimos de sus familias humanas, los mininos han conseguido una vida mucho más longeva, llegando incluso hasta los 18 o 20 años, ¡lo que equivaldría casi a los 100 años humanos!
Cuidados para los “Abuelos Felinos”
Unos cuidados específicos para la tercera edad de tu compañero/a peludo/a, garantizarán una vejez con mayor bienestar y calidad de vida. Ellos/as te lo agradecerán acompañándote feliz y sano/a en esta última etapa de su vida.
¿Cuáles son los aspectos que hay que cuidar?
- Alimentación. Elige piensos poco calóricos para evitar la obesidad, ya que ahora realizan menos actividad. La obesidad es muy peligrosa disminuyendo en su calidad de vida, incluso acortándola. Por otro lado, es bueno que estos piensos contengan mayor cantidad de Omega-3, Omega-6, glucosamina y condroitina para proteger sus huesos y articulaciones, y también bajo en fósforo para reducir la posibilidad de aparición de problemas renales. Puede ocurrir que disminuya su apetito lo que provocará pérdida de peso y/o tono muscular. Puedes ayudarle acompañando las comidas con una salsa de carne con un fuerte olor para que puedan detectarlo (si tiene problemas de olfato) y calentando la comida a su temperatura corporal.
- Hidratación. Es normal que a la vejez los gatos beban menos agua, pero ésto le puede provocar problemas urinarios, tanto en los riñones como en la vejiga. Ayúdale poniendo agua fresca en varios lugares de la casa con fácil acceso. Las fuentes también son de gran ayuda, ya que estas les llaman más la atención para beber. Además puedes alternar pienso con comida húmeda, ya que ésta posee una buena cantidad de agua.
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- Actividad y ejercicio moderado.
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- Dedica un ratito al día para jugar con tu gato/a. Con tan solo 15 minutos de actividad diaria, mediante juegos de caza y persecución de objetos, se estimularán física y mentalmente. Además evitarás problemas de obesidad y estrés.
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- Higiene.
- A esta edad, los mininos pueden tener problemas para acicalarse correctamente debido a la artritis y a que ya no procesan las bolas de pelo como antes. Cepíllalo suavemente con frecuencia y presta atención a los nudos de pelo, que pueden presentarse en zonas como las axilas e ingles, lo que dificultan su movilidad. No olvides limpiar a diario su arenero y que este sea cómodo para él, evitando que tenga que subir escalones para acceder.
- Adaptación del entorno. Como acabamos de decir, un bandejero con bordes bajos es muy importante para que no tenga que saltar cada vez que desee hacer sus necesidades. También colocar varias fuentes de agua y garantizar un fácil acceso a la comida. Y te agradecerá enormemente tener una cama confortable y mullida para que pueda descansar correctamente. Además debemos evitar los cambios bruscos en su entorno, y en sus rutinas, alejándolo de eventos bulliciosos en casa, viajes largos, etc.
- Cariño, juego y comprensión.
- La mejor forma de demostrar a nuestros abuelos/as felinos nuestro afecto hacia ellos, es mediante el juego y las caricias. No las escatimes, en esta etapa necesitan todo nuestro cariño y comprensión.
Deja que siga siendo el rey o la reina de tu casa y continúa disfrutando de vuestros momentos juntos. ¡Ell@s se lo merecen!
Cambios de comportamientos y patologías crónicas frecuentes en los felinos geriátricos
Ellos/as siguen conservando ese instinto salvaje ancestral que los hace sentirse “presas” y esto hace que “disimulen” muy bien cualquier signo de debilidad (o dolor) para evitar ser “cazados”. Por ello debemos mantenernos alertas y observarlos para detectar alguna posible señal que nos de pistas de su estado.
- Lentitud o torpeza en los movimientos
- Dificultad para adaptarse a los cambios de rutinas o del entorno
- Perdida de la visión y/o el oído
- Disminución del apetito
- Pelaje con menos brillo
- Incontinencia urinaria o defecación fuera del arenero
- Confusión y comportamientos extraños
- Cambios en los ciclos de sueño
- Agresividad e irratibilidad
A la menor indicación de algún comportamiento no habitual en nuestro gato/a, debemos acudir al veterinario para descartar enfermedades que puedan resultar graves a la larga.
Algunas de estas patologías pueden ser:
- Artrosis Degenerativa, donde el cartílago de sus articulaciones se desgasta, lo que desemboca en un gran dolor, pero que saben disimular y por ello no es sencillo de detectar.
- Hipertiroidismo, que provoca cambios inexplicables de conducta como dejar de usar el arenero, deja de acicalarse, no come… incluso vomita y tiene diarrea. Otras veces come mucho, pero no engorda. Esta patología puede provocar problemas de corazón secundarios, por lo que es importante medir la tiroides (t4) de manera preventiva anualmente a partir de 8 años de edad.
- Enfermedad periodontal debida a la acumulación de placa y sarro. El dolor que provoca la periodontitis hace que el gato deje de comer y por lo tanto bajará de peso. Un gato/a que no se alimente en varios días puede sufrir enfermedades hepáticas graves y perder la vida con ello. Mucho cuidado y si observas que no come, llévalo de inmediato al veterinario. Un diagnóstico a tiempo puede salvarle la vida.
- Pérdida de los sentidos, como la visión y el oído. Aunque los felinos tienen un gran sentido de la adaptación a estas pérdidas sensoriales, es preferible que no haya cambios bruscos en su entorno para que pueda seguir moviéndose bien por casa.
- Enfermedad renal crónica: es la enfermedad crónica más frecuente en gatos senior, va deteriorando sus riñones. Pero si se detecta a tiempo, con el tratamiento y seguimiento adecuados, nuestro/a gato/a pueden convivir con estas enfermedades largo tiempo.
- Síndrome de Disfunción Cognitiva. Desgraciadamente, nuestros abuelos y abuelas felinos/as también sufren su particular Alzheimer, que los hace comportarse de forma extraña e inexplicable: olvidan su arenero y orinan o defecan por cualquier lado; sienten apatía, irritabilidad e ignoran a sus humanos; cambian sus patrones de sueño; caminan en círculos sin sentido; maúllan en exceso, etc
Seguimiento veterinario de nuestro gato/a senior.
Es importantísimo acudir al veterinario un par de veces al año para que le realicen una revisión a nuestro gato en su tercera edad, ya que, como hemos comentado, son muy diestros ocultando síntomas y dolor, por lo que la medicina preventiva es la mejor de nuestras aliadas. Con nuestros Planes de Salud especiales para gatos senior te avisaremos de cada revisión y tendrás cubiertas mucha pruebas diagnósticas.
No olvides avisarnos si detectas alguno de los cambios de conducta que antes te hemos mencionado, por mínimo o poco importante que te parezca. Nuestro amigo/ y compañero/a se merece todo nuestro cariño y atención ¡Démosle una vejez sana y feliz!