¡Cuidado! ¡Estamos en tiempo de Procesionaria!

Pepe y Palma son dos pacientes de nuestra clínica a los que la temida oruga procesionaria les ha causado una terrible experiencia, aunque por fortuna, la rapidez de actuación ha sido clave para evitar un trágico final.

Y es que estamos en pleno tiempo de Thaumetopoea pityocampa, más conocida como Oruga Procesionaria, un enemigo mortal de nuestras mascotas al que debemos evitar a toda costa y, a través del caso de Pepe y de Palma, os hablaremos de este peligroso insecto y las consecuencias de su contacto en nuestras mascotas.

La Oruga Procesionaria: Quién es, donde se encuentra y cómo llega a afectar a nuestras mascotas.

En España, este insecto está catalogado como plaga, que prolifera de Febrero a Abril, que es cuando descienden de sus nidos ubicados en las copas de los pinos, de los cuales descienden en hilera pasando de un pino a otro. Si se sienten amenazadas o por efecto mismo del viento, pueden despedir sus pelos urticantes, los cuales están repletos de toxinas que provocan reacciones tanto en humanos como en nuestras mascotas.

Y dado el carácter exploratorio de los perros, estos se acercan demasiado para olerla o comérsela, lo que provoca graves consecuencias en ellos, como en el caso de Pepe y Palma.

Pepe y Palma

El pasado 24 de Febrero, Charlotte Esther Thogersen llegó a nuestro Hospital de Día trayendo consigo a Pepe y Palma con la sintomatología de contacto de la Oruga Procesionaria:

  • Inflamación en la lengua, la cual se enrojece, se amorata o se ennegrece
  • Hipersalivación
  • Nerviosismo y malestar
  • Rascado Excesivo
  • Vómitos

Inmediatamente fueron ingresados de urgencia y con atención vital temprana  suministrándole anti inflamatorios muy potentes directamente en la zona afectada, alimentación e hidratación por vía intravenosa durante los tres días siguientes, ya que debido a la inflamación de la lengua el perro no quiere ni puede comer ni beber por sí mismo.

Tras el alta hospitalaria el tratamiento no cesó, pues tenían que acudir a diario a la clínica para seguir inyectándose medicamentos. Posteriormente pasaron a ser orales cuando podían ser ya suministrados desde casa.

La lesión de Pepe fue más grave, ya que perdió un trozo de lengua a consecuencia de la necrosis que le provocó la procesionaria. Pero en los controles periódicos vemos que afortunadamente está cicatrizando bien, por lo que el tratamiento está funcionando correctamente.  La rápida actuación de sus dueños al traerlos a la clínica salvó, sin duda, la vida de Pepe. Y es que es de suma importancia una atención veterinaria de urgencia ante casos de picadura de procesionaria. Y si de camino al veterinario se pudiera humedecer las mucosas del animal con agua templada, podríamos ayudar a bajar el nivel de toxinas antes de ser tratados por el veterinario. Aunque es muy difícil que el animal se deje debido al intenso dolor que sienten.

¿Prevención?

Hay que estar muy alerta durante los paseos con nuestros amigos peludos y evitar pasear por zonas de pinares en los meses en los que la plaga está en auge.

¿Te quedan dudas? ¡Déjanos tu comentario e intentaremos ayudarte!

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