La Leishmanía o Leishmaniosis es una infección parasitaria transmitida a través del mosquito Phlebotomus Perniciosus, el cual es portador del parásito Leishmania infantum. Son los mosquitos hembras los que transmiten el parásito, el cual pasa a la sangre del perro/a y este empieza a desarrollar la enfermedad, que puede ser mortal si no se trata correctamente ya que debilita enormemente la inmunología del animal.
Además es una enfermedad que pueden padecer también las personas, aunque nuestro sistema inmunitario es más eficiente para acabar con esta infección. Y tranquil@s, no se transmite de perro a persona, ni de perro a perro. Este parásito tan solo se transmite a través de la picadura del mosquito.
Es decir, si tienes un perro con leishmania, no sirve de nada separarlo de los demás perros o miembros de la familia, ya que no lo transmite directamente y el tiempo que el parásito vive en el mosquito antes de ser contagioso es largo. El mosquito que pica a un perro y le transmite la enfermedad no ha picado al perro origen en la misma casa. Es una enfermedad con áreas de incidencia, no por localizaciones concretas, porque los mosquitos pueden moverse por áreas amplias.
¿Existe vacuna? Sí, y aunque este mosquito prolifera en los meses cálidos, es muy recomendable vacunar durante los meses de Enero y Febrero para que el animal pueda crear una defensa sólida para cuando llegue el momento.
Síntomas
El primer síntoma y el más común es la pérdida de pelo alrededor de la nariz, orejas y ojos. Más adelante se va desarrollando la enfermedad provocando problemas mucho más graves y puede llegar a establecerse como crónica e incluso fatal.
Pero existen varios tipos de Leishmanía, la cual pueden presentar distintos síntomas, aunque según la raza y el tamaño del perro, la enfermedad puede afectar de distintas maneras.
Leishmanía cutánea
Es la más común y afecta a la piel:
- Pérdida de pelo, sobretodo alrededor de la nariz, orejas y ojos
- El pelo pierde brillo, se vuelve quebradizo
- Úlceras en la piel
- Las uñas crecen desproporcionadamente, y se vuelven quebradizas y frágiles
- Pérdida de color en la piel
- Grietas en las almohadillas de sus patas
- Nódulos en la piel
Leishmanía visceral
En este tipo, el parásito afecta a los órganos y puede atacar al hígado, bazo, riñones, médula espinal o a todo su sistema inmunológico.
Los síntomas que se pueden apreciar son:
- Pérdida de apetito, apatía e inactividad
- Pérdida de peso notable a simple vista
- Inflamación del hígado
- Sangrado por la nariz
- Alteración en los riñones
- Vómitos y diarreas
- Heces de color rojo oscuro o negras.
Otros tipos de Leishmanía
También pueden presentar otros síntomas como:
- El pero orina en exceso
- Aumenta su sed
- Neuralgia (Dolor intenso en algún nervio)
- Dolor en las articulaciones
- Dolor muscular
- Linfadenopatía: inflamación de los ganglios linfáticos que provocan lesiones en la piel en la mayoría de los casos.
- Fiebre
Vacunación contra la Leishmanía
Existen dos tipos de vacunas contra la Leishmanía: Leisguard y Letifend. La diferencia entre una y otra es que Leisguard es una vacuna que ha de suministrarse en tres dosis en la primovacunación y Letifend sólo una vez. En el Hospital Veterinario Mijas Pueblo suministramos Letifend, que además de ser una sola dosis, tiene menos reacciones adversas.
Dudas frecuentes acerca de la vacuna:
- ¿Estará mi perro protegido en cuanto vacune a mi perro?
- El sistema inmune necesita un tiempo para la creación de todos los anticuerpos necesarios. Se recomienda vacunar en enero/febrero para que se adquiera la inmunidad necesaria cuando llegue el momento.
- Además, hay que combinar la vacunación con repelentes de moquitos (pipetas o collares) para alcanzar el máximo de protección posible, teniendo en cuenta que no se llega al 100%.
- ¿Cuándo es recomendable vacunar a mi perro?
- Se puede vacunar en cualquier momento del año, pero es recomendable hacerlo en Enero o Febrero para que estén protegidos cuando lleguen los meses de más calor.
- ¿Tiene efectos secundarios la vacuna?
- Los Efectos secundarios pueden producirse en algunos perros, como molestias en el lugar de la inyección durante las siguientes 48h. Puede acompañarse de enrojecimiento de la zona o un poco de inflamación, que puede durar las siguientes dos semanas pero que desaparece sin más complicaciones. Sólo en casos excepcionales las reacciones son mayores.
- ¿Hay que vacunar todos los años?
- Sí, la dosis de la vacuna confiere inmunidad durante un año.
Recordad que es muy importante seguir el calendario de vacunación de nuestras macotas, para ello nuestros planes de salud son muy útiles ya que estamos pendientes de avisaros para que no os saltéis ninguna vacuna o revisión, incluidas en este plan de salud. Échales un vistazo, están adaptados según la edad del animal y con varias opciones -> Consultar Planes de Salud
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